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domingo, 11 de noviembre de 2018

Así se formaron los Cayos e Islotes del Parque Nacional Morrocoy

Así se formaron los Cayos e Islotes del Parque Nacional Morrocoy


Formación de los Cayos e Islotes del Parque Nacional Morrocoy en el estado Falcón.

Recopilación: Profe. Frank Jhonattan Weffer / Fotografía: Cohen, M. y Vásquez, G. (2011)
Según informe realizado por Jesús Martínez Martínez sobre Geomorfología  Ambiental, publicado por el servicio de publicaciones de la Universidad de las Palmas de Gran canaria en el año 1997, dice que Los Cayos se originan de la actividad de las formaciones coralinas. Serían la consecuencia de la erosión y deposición sedimentaria "in situ" de arrecifes coralinos emergentes. Dentro de un esquema general, las formaciones coralinas arrecifales se desarrollan en mares someros, de aguas limpias, agitadas y cálidas.

Aunque en la imagen paisajística de estos entornos geográficos, la presencia de los alóctonos cocoteros, normalmente introducidos por el hombre, suele desempeñar un papel importante, en los procesos de desarrollo de las formaciones coralinas del Caribe, son decisivas dos tipos de colonizaciones vegetales, sin descartar otras:

-  la de los manglares, y, en menor medida la de los uveros, en la orilla, y 
- la de las Fanerógamas marinas y de las macroalgas, en las plataformas insulares.

Por estas colonizaciones, se retienen los sedimentos de la erosión de los propios cayos, y/o de los arrecifes circundantes. De esta manera:

- se impide la formación de turbideces, que podrían interferir el normal crecimiento de las riquísimas formaciones coralinas próximas, y
-  se propiciaría la conquista del medio marino, como una respuesta física de este proceso de atrapamiento sedimentario.

Referencias Bibliográficas:

Weffer, F (2015) Mi Querido Chichiriviche. Versión Digital. Chichiriviche, Falcón. 2015.
Martínez, J.1997.Geomorfologia Ambiental. Servicios de publicaciones de la Universidad de las Palmas de Gran canaria.196 pp.

El ánima del hachero, una historia contada por los propios protagonistas.



El ánima del hachero, una historia contada por los propios protagonistas.



¡Un Fantasma aparece en la Comunidad de  Flamenco!

Narrada por: Galo Carrasquero, fundador de la comunidad de Flamenco.          
 Escrita Por: Frank Jhonattan Weffer / Fotografía: Anonima

Esta historia sucedió en el antiguo pueblo de Sabilar en la que hoy conocemos como Flaménco durante una noche de frescura y relámpagos en los Caños formados por el manglar en el borde del Golfete de Cuare.

Como de costumbre en las tardes, los hombres del pueblo llegaban de sus labores de trabajos y luego se iban de faena a los caños para coger algunos peces, regresando antes de caer la noche. Cierto día tres compadres de gran trascendencia en la comunidad decidieron irse mas tarde de los acostumbrado para ver si tenían un poco de suerte y luego poder vender para compensar los gastos del hogar.

Tal com lo habían planificado, los tres compadres agarraron su canoa y se marcharon por el caño El Pasadero, durante el trayecto se detienen para taparse y poder cubrirse del chaparrón de agua que les estaba cayendo, al cabo de una hora cuando el torrencial aguacero había cesado y el cielo se observaba algo despejado notándose algunas estrellas, es entonces cuando aquellos hombres continúan su camino y llegan al lugar. Dispuestos a tener una buena pesca dan inicio a sus labores, el mas experimentado decide usar la atarraya, el otro toma el arpón de mano para y se deja ir por la orilla del mangle y finalmente el tercero prefiere tomar el cordel y quedarse en la canoa.

A pasado media hora desde que inicio la faena  y pareciera que los peces se fueron del lugar, extrañamente se han sentido unos ruidos de arboles cayendo, lo que por momentos los tres compadres ignoran, continuaron cada vez los ruidos y todavía mas cerca. En un momento determinado se escucha muy cerca de los pescadores a una persona que esta cortando un mangle, el sonido del hacha era claro y en el momento que el árbol caía se escuchaba al posible hombre del hacha gritar ¡Eeeeyyyyy!.

Los tres compadres un poco ansiosos por lo que esta sucediendo, tratan de averiguar cuidadosamente en los sitios de donde provienen los gritos encontrándose todo normal, comenzaba el miedo invadir sus mentes y cada sonido que sienten les causa más pánico y terror. 

Finalmente deciden regresarse y ruidos cada vez extraños y cerca de ellos aturden las mentes de los tres compadres, la confusión y el caos reinaba en el lugar, los sonidos de arboles cayendo continúan, algunos inclusive parecían por momentos que caerían encima de ellos, no habían tocado muy bien tierra cuando estos sin importarles sus pertenencias abandonaron la pequeña embarcación y corrieron a sus casas para contar lo que habían presenciado.

Desde ese día, el anima del hachero sigue en sus andares por el mangle todas las noches y si no lo creen pregúntenle a los tres compadres. 

Referencias Bibliográficas:
Weffer, F (2015) Mi Querido Chichiriviche. Versión Digital. Chichiriviche, Falcón. 2015.

Rancherías en Chichiriviche, acerca de la vivienda de los Caquetíos

Rancherías en Chichiriviche, acerca de la vivienda de los Caquetíos 


Los Caquetíos vivían en chozas construidas sobre pilas en tierra. La mayor parte de las referencias indican que los Caquetíos habitaban en ranchos o bohíos, hechos de estacas y bejucos, cubiertos de ramas y pajas.

La historia nos pertenece a todos y conocerla es parte esencial de nuestra identidad y ciudadanía, es por ello, qué como parte del compromiso para fortalecer los valores culturales e históricos de nuestros pueblos, Chichiriviche al día, les presenta la siguiente historia.

Tipo de vivienda en la Población Prehispánica de Chichiriviche

Los Caquetíos vivían en chozas construidas sobre pilas en tierra. La mayor parte de las referencias indican que los Caquetíos habitaban en ranchos o bohíos, hechos de estacas y bejucos, cubiertos de ramas y pajas. Ello revela que los Caquetíos habían llegado a concebir y fabricar su propia vivienda, semejante a las que aún se observan en el medio rural venezolano. 

Los Caquetíos vivían en villas o aldeas indígenas y para la construcción de sus viviendas, usaban materiales que ellos encontraban en su medio ambiente como palmas, lianas, troncos de árboles y hojas. Algunas de estas chozas podían que no tuvieran ninguna pared. Eran construcciones de pilas y palillos con techos de palma trenzada. Los techos de palma trenzada facilitaban que cuando viniera la estación de mayor sequía las hojas se encresparan y formaran una clase de amortiguador que bloqueaba el calor del sol. Asimismo, en la estación de lluvias, las hojas se ponían planas otra vez y se cerraban de tal forma que guarecerían de la lluvia. La única desventaja es que los techos tenían que ser substituidos a menudo.

Graziano Gasparini (Templos Coloniales de Venezuela, página 19) afirma que "sea cual fuera la región donde vivieran nuestros aborígenes, existió una similitud entre los sistemas estructurales y técnicos determinados por los materiales de recolección... Las viviendas difieren entre sí para adaptarse a las costumbres de las tribus, pero el resultado constructivo del interior y que hoy genéricamente definimos con el nombre de "rancho'. Así encontramos que en todas las construcciones excluyendo solo la región andina - es manifiesta la falta del muro, entendido como soporte del techo.... Tratase de viviendas de planta cuadrangular o circular es siempre una armadura de horcones, palos y viguetas, la que define el esqueleto estructural. En realidad, los horcones son los que reciben la carga del techo, mientras que las paredes son de bahareque. Los palos se amarran mediante fibras vegetales o "bejucos", y luego se procede a cubrir el techo con hojas de palma o con paja. Nuestros aborígenes resolvieron sus problemas utilizando piedra, tierra, palos, bejucos, y paja". 

Según, John Hemming, citado en la página web www. Coroweb.com/Caquetíos.htm, señala que cuando Federmann llegó a Barquisimeto desde Coro describió las viviendas de los Caquetíos en esta región como admirables... "Las viviendas eran construidas una al lado de la otra, en línea, cerca de sus campos cultivados o cerca de los ríos"... de los cuales ellos obtenían los recursos necesarios para su alimentación y subsistencia. Algunas de las aldeas medían hasta una milla, con una o dos calles y hasta 8 familias podían vivir en cada choza"...

Articulo relacionados, visita el siguiente enlace: http://bibliotecadigitaldechichiriviche.blogspot.com/2016/11/tipo-de-vivienda-de-la-poblacion.html

El Contrabandos o Comercio ilícito en el Rio tocuyo


El Contrabandos o Comercio ilícito en el Rio tocuyo



Fueron muchas las causas que, a mediados de 1730, propiciaron el inicio de la actividad comercial ilícita en las desembocaduras de los ríos Tocuyo, Aroa y Yaracuy.


La historia nos pertenece a todos y conocerla es parte esencial de nuestra identidad y ciudadanía, es por ello, qué como parte del compromiso para fortalecer los valores culturales e históricos de nuestros pueblos, Chichiriviche al día, les presenta la siguiente historia.


Río Tocuyo


El río Tocuyo nace en el páramo de Cendé, estado Lara, ubicado a 3.585 metros sobre el nivel del mar. Su extensión es de unos 350 kilómetros de longitud. Este río recoge las aguas de una gran parte del sistema hidrológico larense, donde se encuentran los embalses Dos Cerritos y Atarigua. La palabra Tocuyo viene de Tucuyu, que significa “zumo de la yuca”, sin embargo, en denominación quechua, Tocuyo quiere decir “oye al búho”.

Presumiblemente los primeros en navegar río adentro o quizá caminar por los montes en forma paralela al cauce fueron los vikingos y pigmeos del Congo. Las versiones no confirmadas, pero muy estudiadas por navegantes nórdicos, hacen presumir que los vikingos colonizaron hace más de mil años una parte de lo que hoy es América.


En cuanto a los pigmeos se puede asegurar que estos diminutos congoleses hicieron acto de presencia en tierras del hoy estado Lara. La prueba es concluyente, ya que en la región de Quibor fueron encontrados 45 esqueletos que miden un máximo de 1,30 metros de estatura. Parte de estas osamentas reposan en el museo arqueológico de esa localidad, gracias al trabajo investigativo realizado, entre otros, por el recordado Hermano Basilio, quien fue un eminente docente en el Colegio La Salle de la ciudad de Barquisimeto.

Hay una versión de Ermila Troconis, escrita en su libro “Historia de El Tocuyo Colonial”, donde afirma que a principios del año 1720 navegaba muy a menudo por el río una fragata denominada “La Tocuyana”, propiedad de un comerciante de apellido Navarro, que partiendo de El Tocuyo (provincia de Barquisimeto) atracaba en el puerto de Veracruz (México).


Acerca del Contrabando en el rio Tocuyo


Fueron muchas las causas que, a mediados de 1730, propiciaron el inicio de la actividad comercial ilícita en las desembocaduras de los ríos Tocuyo, Aroa y Yaracuy. Entre estas causales podemos citar la mala gerencia o gestión de las políticas impuestas por los españoles, que más bien alejaron las esperanzas de la formalidad legal y fomentaron la insuficiencia de los recursos alimenticios e insumos necesarios para una vida holgada.

Por esta razón el contrabando se hizo una costumbre difícil de desmembrar en las colonias americanas, aunque éstas habían establecido un pacto de caballeros con la realeza hispana a fin de que no escasearan los víveres y que con rapidez los rubros llegaran a los consumidores, sin embargo, a veces hasta los mismos gobernantes pasaban por encima de las disposiciones legales.


Indudablemente que el abastecimiento de la población provinciana dependió, en gran parte, de España; pero hasta la institucionalización de la Compañía Guipuzcoana dependió de Holanda.


El contrabando en la época colonial fue tipificado por todas las clases sociales, es decir, que se vieron involucrados burócratas, pequeños comerciantes y campesinos. Éstos hacían trueques a cambio de fanegas de café, cacao, tabaco, añil y cueros de reses y chivos.


Dado el caso, para el año de 1746 la provincia de Coro poseía una licencia especial para comercializar con la isla de Curazao, las márgenes del río Tocuyo solían ser utilizadas para la siembra y producción de tabaco, cacao y frutos menores. Para esa fecha el río Tucurere, las zonas de Játira, El Jongo y La Bacoa, al igual que la laguna de Tacarigua, desempeñaron un gran papel como improvisados escondites y fondeaderos.


Fuente: Cruz Enrique Otero Duno

Cronista del municipio Silva, estado Falcón


Las historias que rodean este emblemático río de la Costa Oriental falconiana van desde la violencia, pasando por el misterio y lo oculto. Si quieres conocer mucho más, visita el siguiente enlace: http://bibliotecadigitaldechichiriviche.blogspot.com/2016/11/contrabandos-guerras-y-misterios-del.html